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Thursday, July 08, 2010

ROMPECORAZONES : OTRO FINAL FELIZ


Así se traduciría Heartbreaker, la ultima película de Vanessa Paradis.
Si hubiera venido de Hollywood, esta comedia romántica, romcom que les dicen, no me hubiera decepcionado, pero tiene a la Paradis, icono de estilo, mujer alternativa, esposa de Johnny Depp y el film es francés. Entonces uno va, esperando algo interesante, un nuevo giro, pero con que nos encontramos? Una típica comedia, con momentos divertidos, lo admito, un hermoso escenario en la costa azul, Mónaco, pero totalmente cliché. Es impensable desde el comienzo que no tendrá el final de la cenicienta pero al revés. El protagonista es un tipo cuyo negocio es romper relaciones que según alguien cercano a la pareja, no funcionan. Alex usa todo su encanto francés para seducir y las mujeres en cuestión de pronto se iluminan y se dan cuenta de que la relación en que estaban no valía la pena. No le pediremos al film, a estas alturas, el sentido común necesario para pensar en lo que sucede cuando se dan cuenta de que por más espantoso que haya sido el novio anterior, no puede ser peor que un embustero al que le pagaron por decirles que las ama. Creo que esta demás escribir que Alex tendrá muy pronto la misión de enamorar a Juliette (Vanessa Paradis) para que desista de casarse con su perfecto novio ingles. Y así la película dispara una avalancha de situaciones extremas. La chica no es fácil pero sabemos que se rendirá, es solo cuestión de tiempo, tiene que haber película. Y el final feliz llega: Juliette, después de una noche de sana juerga, nadando con delfines, bailando “Dirty Dancing” perfectamente coreografiado, todo con el amanecer mediterráneo de fondo, se da cuenta de que no es feliz con su estructurado y “fome” novio ingles y cuando está a punto de dar el sí, sale corriendo en busca de Alex a su vez viene corriendo en su búsquela después de haberse bajado del avión que lo llevaría de regreso a Paris.
Definitivamente un rol en el que siento a la magnifica Vanessa Paradis atrapada. Veo en su Juliette un clásico: la mujer exitosa, millonaria, con todo para ser feliz sin serlo. Ella trasmite eso, me trasmitió el vacío y la angustia, pero ella le quedó grande a esta comedia. En cuanto a Romain Durais, Alex, tiene un futuro esplendoroso creo yo, carismático y divertido, y justo en su papel de seductor mercenario. Lo que no está bien, es ese “final feliz”, la premisa de la película de que el amor es igual a pasarlo bien, a aventura, a pasión. El amor puede y debiera incluir todo eso, pero es mucho más. Para ser feliz y tener un verdadero final feliz junto a alguien se necesita aceptar que la aventura no será diaria, que la pasión no estará las 24 horas, habrá días y hasta semanas en que no estará, y por supuesto que lo ideal es pasarlo siempre bien. Pero ese “pasarlo bien” debe suceder dejando ser, disfrutando los silencios, respetando espacios, gozando de la cotidianidad, aceptando que a veces el otro y nosotros mismos estamos lateros, si no ponemos las expectativas en su lugar jamás llegaremos a ese final feliz. Nuestra Vanessa –Juliette se encantó con esa noche de novedad y locura, pero si cada noche tuviera esa intensidad pasaría a ser rutina igual, no resistiríamos ni tanta locura ni tanta pasión, la formula se agotaría. Todos, creo , hemos tenido de esos romances locos, vehementes, en que ardemos en la hoguera, pero ninguno de ellos por lo menos para mi, ha terminado en algo duradero, porque se basaron en algo que no es confiable ni sustancial. Y por mas que las recetas de Cosmopolitan recomienden “haz de cada día una aventura”, “no pierdas la pasión, de ti depende”, perdón pero es bullshit, la pasión muere, no resiste, por lo menos no esa pasión de la que estamos hablando. Si Rick e Ilsa, en Casablanca se hubieran quedado juntos, tal vez hubieran sido felices pero no me cabe duda de que hubieran peleado por una toalla dejada en el piso, por ejemplo y de repente, muy de vez en cuando, se acordarían de Paris. Si el personaje de Kiera Knightley en Atonement no hubiera muerto, quien sabe si James Mc Avoy hubiera seguido creyendo el resto de su vida que la amaba…Por Dios! Tuvieron un orgasmo en una biblioteca y eso fue! Se iban a aburrir muy pronto de hacerlo entre estantes e iban a anhelar su cama…No me cabe duda de que los personajes de Richard Gere y Debra Winger, tenían altas posibilidades de ser felices pero esa felicidad iba a consistir en tolerar sus diferencias, seguramente pasarían muchas noches frente al televisor o yendo de picnic, y según mi opinión los que tenían mas opción de alcanzar la felicidad soñada, eran Harry y Sally, pues las expectativas eran cero y empezaron siendo amigos. Yo estoy segura de que Alex y Juliette, los personajes de Rompecorazones estarán separados antes de fin de año, cuando ella descubra que él ronca, que es ella la que siempre debe pagar las cuentas por que el no tiene ni uno, y que cuando el le diga que va al trabajo será para ir seducir a otra mujer. No me compro a la Paradis creyéndose este cuento. Sin duda ella ha encontrado con Johnny Depp, en la vida real, la estabilidad que lleva a este happy ending del que hablo. Su relación ha durado varios años y se les ve en fotos familiares paseando con sus niños, o comprando en un puesto de frutas parisiense. Claro, van a Cannes y pisan rojas alfombras pero su día a día debe ser mucho más placentero y pleno que los flashes y los yates. Pero para poder ver eso, se debe amar, y ese amor se construye con amistad, confianza, tolerancia, muchísimo humor y por supuesto unas pizcas de pasión oportunamente aplicadas, para que no hostigue.

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